miércoles, 13 de junio de 2007

UNAS NOTAS SOBRE LA ADOPCIÓN

Familias adoptantes
La adopción plantea temas de interés desde la perspectiva psicológica, tanto en lo que se refiere a la prevención como la intervención.
Antes de nada hay que decir que no existe ningún “síndrome del niño adoptado”. En una familia adoptante se encontrarán dificultades semejantes a los que se pueden encontrar en otras familias. Si acaso, hay algunas características que hay que analizar más despacio. La proporción de familias con niños/se adoptados que consultan los especialistas en psicología infantil es ligeramente superior a la de la población en general. Lo cual no quiere decir a que haya más trastornos psicopatológicos en estos niños, sino que tiene que ver con el mayor grado de ansiedad de los padres por el desarrollo del hijo/a y la preocupación por si desempeñarán correctamente su papel de padres.

Los padres adoptantes están también expuestos a determinados factores que pueden aumentar su vulnerabilidad psicológica. Pueden estar influidos por la manera en que han vivido la ausencia involuntaria de hijos, por la falta de referencias de la experiencia de la adopción, por verse incursos en procesos de selección y observación donde se pueden encontrar continuamente juzgados, por tener más edad que la mayoría d
e los padres de hijos semejantes, o por las actitudes de sus familias de origen frente a aquella adopción concreta.

Pueden tener también miedo a alguna herencia patológica del hijo/a, a la que atribuyan la problemática de su desarrollo y comportamiento. Este miedo es paralelo al que puede haber en cualquier familia en relación a la familia del padre o de la madre, a la que el otro/a cónyuge puede atribuirle defectos o problemáticas presentes al hijo.

Preocupaciones especiales
Hay dos temas que preocupan especialmente a los padres y que, según como se resuelvan, pueden facilitar o complicar la vida de la familia y del menor: la revelación sobre la
adopción y la demanda de Información sobre los orígenes.
  • La revelación:
    Los niños deben saber, desde el principio y a la medida de sus posibilidades de conocimientos y aceptación, que son adoptados. En las familias que acceden a la adopción internacional –China, Colombia, Rusia...- es más fácil, ya que los hijos suelen tener algunas características étnicas que los hacen “diferentes”, vienen ya con 2 o 3 años de edad y existe el conocimiento y la experiencia del viaje y la relación con otras familias adoptantes.

    En niños que fueron adoptados nada más nacer, especialmente en Adopción Nacional, es más fácil encontrar este problema, ya que se les puede esconder la realidad de la adopción. El hecho de que los niños vayan creciendo rodeados de un secreto que todo el mundo sabe excepto ellos, y que les incumbe como algo que pertenece a su vida y a su intimidad, dificulta las relaciones familiares y su desarrollo personal. Además, en este caso, suele ocurrir que la revelación que la hagan personas diferentes a la familia y, en muchas ocasiones, de un modo poco agradable y conveniente. Todo este conjunto de situaciones pueden provocar fácilmente una primera respuesta del hijo/a de desconfianza frente a los padres.
  • La demanda de información sobre los orígenes:
    En una gran mayoría de casos, llega un momento que los hijos adoptados quieren tener información sobre su familia biológica. Esto puede ser entendido negativamente por la familia adoptante, cuando es un hecho normal y lógico. Aunque el hijo adoptado conoce, acepta y quiere a sus padres adoptivos como sus padres raíces, necesita completar la información real sobre su vida, sin que esto deba cuestionar las relaciones con sus padres adoptivos.
    El miedo a que esta situación provoca en algunos padres –que piensan que si conocen a los padres biológicos quizá los abandonen a ellos- puede dificultar la relación paterno-filial, sobre todo en la adolescencia y acentuar más aún la sobreprotección.
Prevención familiar
En cuanto a la intervención preventiva o terapéutica, hay que tener en cuenta:
  • Es necesaria ayudar a que los padres elaboren, a nivel individual y en pareja, los aspectos relativos a la adopción, en relación a sus creencias, miedos, etc. Por eso se debe propiciar a que surjan en el diálogo todos los temas relativos al pasado, presente y futuro de sus hijos adoptados: revelación de la adopción, aceptación de las familias de origen de los padres, imposición de límites, premios y castigos, demandas de información sobre las familias biológicas, etc.
  • Presentar el hijo/a en sociedad y facilitarle relaciones sociales con niños y niñas de su edad, así como relacionarse los padres con padres de hijos de estas edades. El hecho de que los padres adoptantes sean mayores puede provocar que en principio haya un vacío de relaciones con otros niños de la edad.
  • Hay que intervenir para prevenir y cambiar las actitudes de sobreprotección exagerada, que pueden derivar en niños y niños con problemas de adaptación y conductas disruptivas.
  • Se debe tener en cuenta la necesidad de un período de adaptación a los nuevos padres y hermanos –si los hay- y a las familias de origen, aunque son niños y niños que han estado preparados para la adopción y el deseo de una familia les hace ser muy adaptables.
  • En niñas o niños mayores, cabe pensar en la posibilidad de que hayan sufrido abandono o malos tratos en las familias biológicas, por lo que podría existir una alteración global de la personalidad, que habría que tratar específicamente. Pueden ser niños/se que desafían el entorno con actitudes y conductas agresivas y antisociales, para descubrir si, con todo y esto, los nuevos padres los quieren, mientras están provocando que se les rechace.

No hay comentarios: